SECUESTRAN PÓLVORA, MERCURIO Y OTRAS SUSTANCIAS POTENCIALMENTE PELIGROSAS TRAS INSPECCIONES SIMULTÁNEAS EN SANTERIAS

La investigación la lleva adelante la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo de Carlos Fel Rolero Santurián. Tras la recepción de una denuncia, la UFEMA ordenó realizar diversas inspecciones integrales en distintos locales del barrio de Once del rubro “santerías”.

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Como resultado, se hallaron 17 kg. de pólvora negra fraccionada en envases, 26 kg. de precursores químicos para la fabricación de explosivos (Nitrato de Potasio, Azufre y Carbón), 646 unidades de mercurio líquido envasados en frascos, elementos potencialmente tóxicos y nocivos para la salud.

Los procedimientos fueron realizados por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, la División Investigaciones Especiales y la de Canes –para la detección de explosivos- de la Policía de la Ciudad, la Brigada de Riesgos Especiales de Bomberos de la Ciudad, la Agencia Nacional de materiales Controlados, y las Direcciones Generales de Fiscalización y Control (DGFYC) y de Control Ambiental (DGCONTA).

También se encontraron 57 kg. en piezas variadas de Bulnesia Sarmiento (“Palo Santo”) y 9 Cuchillos confeccionados con subproductos de fauna.

Asimismo, en algunos locales se verificó la existencia de “cocinas” precarias con utensilios (balanzas de precisión, cucharas, guantes y envases) y precursores químicos para la producción de pólvora negra y explosivos.

Cabe señalar que los materiales secuestrados son compatibles con los utilizados comúnmente para ritos de la religión Umbanda, en los que se utiliza pólvora, mercurio y azufre como herramientas ceremoniales asociadas a purificar y limpiar el cuerpo.

No obstante, el mercurio y sus compuestos son considerados neurotóxicos y pueden causar un envenenamiento crónico ya que es absorbido rápidamente por la piel y es muy volátil, se evapora fácilmente y puede ser inhalado. Asimismo, la manipulación casera o clandestina de la pólvora es potencialmente peligrosa ya que puede producir daños oculares, auditivos y tóxicos para los pulmones, además del peligro inherente de graves accidentes en caso de entrar en combustión.

Ante estas circunstancias, el fiscal Rolero dispuso el secuestro de todo lo hallado e imputó a los responsables de los locales por los delitos de entregar indebidamente armas, explosivos o sustancias venenosas (art. 86 y 106 del Código Contravencional).

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